“Os lo diré desde la víspera de la segunda noche de Pesaj, cuando se debe traer el omer de grano como ofrenda, durante siete semanas completas. El día siguiente a la séptima semana de vuestra cuenta será la quincuagésima”. (Levítico 50:23-15)

El período del Omer, que dura siete semanas y se extiende hasta Shavuot, comienza en la segunda noche de Pesaj. Cuarenta y nueve días separan estas dos fechas y la Torá nos dice que cuentemos este período. El conde se conoce como Sefirat HaOmer.

Esta cuenta comienza con la salida de Egipto, Mitzrayim, y representa los 49 grados de ascensión espiritual llevada a cabo en el desierto por los hebreos. Según el Talmud, en Egipto los Hijos de Israel habían perdido no sólo su libertad sino también su espiritualidad.

Estaban en el nivel más bajo de espiritualidad y los 49 días sirvieron de preparación espiritual para que pudieran recibir la Torá en el Monte Sinaí, motivo fundamental del éxodo.

Este período de transición, que comenzó con la salida de Egipto, fue un tiempo de profunda preparación para que, poco a poco, cada persona pudiera “crecer” y alcanzar el nivel necesario de espiritualidad.

Era una enorme tarea por realizar: hacer que una población esclavizada y oprimida, que había vivido cientos de años bajo la influencia del paganismo egipcio, alcanzara los altos grados de espiritualidad necesarios para recibir la Ley.

Di-s le mostró a Moisés cómo lograrlo. Cada día, cada uno de los Hijos de Israel debía cambiar sólo una pequeña faceta de su carácter. Debe refinar un rasgo particular de tu personalidad. Así, cada día crecería un poco, hasta alcanzar la elevación necesaria para recibir la Torá.

Nuestros sabios dicen que en Pesaj todo judío debe considerarse como si hubiera sido liberado de la esclavitud en Egipto.

Mitzrayim (Egipto, en hebreo) significa estrecho, limitado, un espacio pequeño. Representa las formas en que nosotros, como individuos, obstaculizamos nuestro crecimiento espiritual. En cada palabra y letra de la Torá hay una guía que nos enseña cómo buscar el crecimiento y la transformación interior.

Cuando la Torá nos dice “dejemos Mitzrayim”, significa romper con nuestras limitaciones, convirtiendo los rasgos negativos en positivos. Ir más allá de nuestras limitaciones, maximizando así el potencial espiritual que existe en cada uno de nosotros.

El crecimiento físico llega a su fin a cierta edad, pero el crecimiento espiritual debe continuar para siempre. La espiritualidad es una subida hacia el Infinito.

Durante los 49 días de Sefirat HaOmer se nos da la oportunidad de subir, paso a paso, la escalera del crecimiento emocional y la superación personal. Cada día centramos nuestra atención en una de las siete emociones básicas; cada día representa la mejora de una de las siete, subdividida en siete, ya que cada una incluye en sí misma aspectos de las demás.

Las siete facultades emocionales de nuestra alma son las Sefirot de la emoción humana:

Chesed: Benevolencia;
Gevurah: Fuerza, juicio, reclusión, pavor.
Tiferet: Belleza, armonía;
Netzach: Perseverancia, voluntad de vencer, de conquistar;
Hod: Empatía, sinceridad, perseverancia;
Yesod: Unión;
Maljut: Soberanía, nobleza; la realización del potencial en el hombre.

Cada uno de los 49 días tiene su propia energía espiritual. Penetramos o canalizamos esta energía cuando la examinamos y mejoramos dentro de nosotros mismos. Por eso, cada día mencionamos una de estas emociones y su subdivisión, por ejemplo:

El primer día es Jesed Shebejesed – La bondad que existe en la bondad;
El segundo día es Gevurá Shebejesed – La severidad o rigor que existe en la bondad.

Después de purificarnos en las 49 dimensiones, somos plenamente capaces de recibir la Revelación Divina. Celebramos la recepción de la Torá (Matan Torá) habiendo adquirido ya por completo el perfeccionamiento de todas nuestras facultades emocionales.

EL CONTEO

La cuenta siempre debe hacerse de pie, después de que aparecen las estrellas, cuando según la tradición judía comienza un nuevo día. La cuenta del Omer comienza con la recitación del Salmo 67, ya que contiene alusiones a los 49 días de la sefirá. Luego se dice la berajá:

Baruj Ata A-do-nai, E-lo-henu Melech haolam, asher kideshanu bemitsvotav, vetsivanú al sefirat Ha-Omer.

Bendito eres Tú, Señor, Dios nuestro, Rey del Universo, que nos santificaste con Tus mandamientos y nos ordenaste contar el Omer.

Luego, se dice el número de días del conteo, como se muestra en el ejemplo:

Hoy es el día 1 del conteo de Omer;
Hoy es el día 2 del conteo; ...
Hoy es el día 7 de la cuenta de Omer, es decir, una semana...
...hasta el último día.

Hoy es el día 49 del conteo, es decir, siete semanas.

Si alguien olvida contar el Omer una noche, puede hacerlo al día siguiente, sin decir la berajá. Si te vuelves a olvidar, podrás seguir contando los demás días sin la berachá.

El Omer se puede contar en cualquier idioma, pero la costumbre es contarlo en hebreo. La lista de días e información más detallada se puede encontrar en cualquier Sidur o en nuestro suplemento especial.