Asistir a un festival de cine judío es una aventura sin fin. Hoy podemos contar con varios eventos de este tipo en todo el mundo y, sin duda, Hebraica de São Paulo alcanzó, este año, uno de sus más altos niveles de excelencia y taquilla.

La edición 2019 contó con 33 películas, divididas en las siguientes categorías: Ficción, Documentales, Cortometrajes, Panorama Israel, además de una sesión especial dedicada a Cristhian Petzold, con dos películas.

La concurrida inauguración tuvo lugar el domingo por la noche, con el Teatro d'A Hebraica de São Paulo repleto para la proyección de la premiada película “¿Quién escribirá nuestra historia?”. La trama recorre la historia del grupo liderado por el historiador Emanuel Ringelblum, cuyo nombre en clave es Oyneg Shabbes, responsable de ocultar documentos y testimonios de las atrocidades nazis en los guetos. Años más tarde, estos documentos serían encontrados y hechos públicos. Gracias a estos héroes y su movimiento de resistencia, el mundo sabe la verdad sobre los horrores ocurridos.

El universo cinematográfico de temática judía es tan amplio como sorprendente. Cada edición del Festival depende de una añada concreta y, con el paso de los años, las películas son cada vez mejores, al igual que los vinos del Golán.

Imaginemos la siguiente escena: una joven entra en una mansión en Alemania, alegando que su coche se ha averiado. De hecho, quiere que el dueño de la casa, un ex guardia de Auschwitz, confiese sus crímenes. Los densos diálogos de la película "La caza del invierno" llevan al espectador a un final muy sorprendente.

Esta misma Alemania hace emigrar a dos jóvenes justo antes de la Segunda Guerra Mundial, perseguidos por el nazismo. Su exilio en Estados Unidos crea uno de los mayores fenómenos del jazz americano, el legendario sello discográfico Blue Note, en Nueva York. Alfred Lion y Francis Wolf, sus fundadores, aparecen en el sensible documental “It must schwing” como empresarios de éxito y amigos de quienes les llevarían a grandes éxitos, como Miles Davis, John Coltrane y Quincy Jones, entre otros.

El festival también nos llevó a Israel. De ahí surgió uno de los principales documentales sobre el Museo de Israel en Jerusalén. Una producción especial porque nos trae una película poco convencional, que muestra detrás de escena, a las personas que hacen de este Museo uno de los más prestigiosos del mundo. Con la genialidad de su director Ran Tal, la obra revela la esencia de un lugar, una celebración poética de la narrativa y la humanidad.

Una de las mayores sorpresas fue la película “Shoelaces”, que cuenta la historia de Reuven, un israelí que, luego de estar divorciado durante años y separado de su hijo, ve morir a su expareja y enfrenta el desafío de cuidar de su hijo adulto. hijo, que tiene necesidades especiales. Con un humor y una sensibilidad que conmovieron enormemente al público, la película del director Jacob Goldwasser se inspiró en su propia experiencia.

“Black Honey” rescata la memoria de uno de los más grandes poetas israelíes en lengua yiddish, Abraam Sutkever, y las penurias que sufrieron los judíos de su época. Curiosamente, Sutkever, participante del movimiento clandestino Brigada de Papel, que ayudó a salvar manuscritos judíos de los nazis, sobrevivió a la guerra. Shoá por haber sido rescatado por Stalin en un avión privado. El poeta fue testigo de los soviéticos en el juicio de Nuremberg. Por si este fenomenal currículum no fuera suficiente, Sutkever, en 1947, logró emigrar a Israel, convirtiéndose en uno de los líderes de la cultura yiddish en el país, creando uno de los principales periódicos literarios locales.

De regreso a Europa, ambientada en Viena, la película “La tabaquería” cuenta la historia de un joven alemán que llega del interior de Austria para trabajar en un establecimiento propiedad del exnovio de su madre. El joven es testigo del ascenso del nazismo y de la resistencia de una parte de la población contra esta barbarie.

La gran curiosidad de la película es que Franz, este chico de 17 años, entabla una íntima amistad con Sigmund Freud, un cliente de su tienda y presencia su partida hacia Londres.

También en Austria, una de las narraciones más curiosas tiene lugar en el documental “Sólo mueres dos veces”, sin duda una no ficción presentado por el cineasta israelí Yair Lev, que vino especialmente al Festival. Produce una película que es una historia real, con un aire de suspenso, ya que trata sobre la vida del propio director, que también es el actor de la película. El documental comienza cuando su madre recibe una herencia y su hijo, Lev, descubre que el fallecido que dejó testamento es homónimo de su abuelo, Ernst Brechinky, líder de la comunidad judía de Innsbruck, casado con una mujer de familia de origen nazi. . . La saga no termina ahí, trayendo nuevas sorpresas.

Arriba tenemos sólo algunas reseñas de las películas de este Festival, de varios países, entre ellos Austria, Brasil, Israel, República Checa, Hungría, Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido y Portugal. Fue un trabajo dedicado de un equipo de profesionales y voluntarios vinculados a diferentes departamentos de A Hebraica de São Paulo. Las cifras también son impresionantes. Con proyecciones en otros tres cines – MIS, Sesc Bom Retiro e Instituto Moreira Sales – cerca de 10 mil personas compraron entradas para ver esta increíble selección de películas que no podían verse en otros lugares.

Ejemplos especiales fueron la película brasileña “De volta ao Maracanã”, que cuenta el viaje de un abuelo, un padre y un hijo que viajan desde Israel a Brasil - la patria del abuelo - para ver los partidos de la Copa del Mundo; y el corto israelí “Skin”, ganador del Oscar 2018, que deja a todos paralizados por su final.

El equipo que prepara el próximo Festival, en 2020, ya se está ocupando de la selección de los candidatos que participarán en esta increíble experiencia que mezcla cine con mucho judaísmo y cultura judía.

Joel Rechtman es Productor Gráfico de Revista Morashá, Editor Ejecutivo de Tribuna Judaica y director voluntario del departamento de cine y biblioteca de A Hebraica de São Paulo